Redoble
Se abre el telón; de pie una horda, marchando al compás del tambor.
Redoble. Alzado el bastión se erige la rotonda: cada obra con más vigor.
Redoble... redobla la emoción. Con pasión sorda, cada actor olvida su rol.
¡Redoble! Resuena un cañón. Continúa la obra, acaso ya sin dirección.
Redoble de plomo. Se nubla la visión. Con violencia de sobra, la escena se torna en horror.
¡Silencio! Algo irrumpe en la ilusión. Una voz, un sonido... la promesa de un espectador; quizá, una profecía... de un tiempo mejor.
En acto noble, la audiencia idea una misión: trepar al escenario... sanar usando ficción.
Redoble; infiltrados en el guión, corazones roban. Entre pugnas toman control.
¡Redoble! Llega la eyección; el cierre es fugaz: Redoble, y abandonan la función... El plan es sagaz.
¡Redoble! Se cierra el telón.
Nuevo acto, nueva canción. Se une en melodía toda la habitación.